Instituto de Investigación de Vidas Pasadas de los Niños
Dulce Swarnlata
Un caso del Dr. Ian Stevenson
Este caso está extraído de los cuadros y comentarios de las páginas 67 a 91 del libro clásico del Dr. Ian Stevenson titulado “Veinte Casos que Sugieren la Reencarnación”. Esta es la versión original completa que escribimos para “Vidas Pasadas de los Niños”, que debido a problemas de espacio apareció en una versión reducida en el libro. Sin embargo, como pensamos que la abundancia de detalles es lo que hace este caso (y otros similares de Stevenson) tan convincente, ofrecemos aquí la versión completa.
La historia de Swarnlata es típica de los casos de Stevenson: los recuerdos de la joven niña comienzan cuando tenía 3 años, dio suficiente información como para que Stevenson pudiera localizar a los familiares de la persona fallecida que ella recordaba (es decir, el caso fue “cerrado”), y dio más de 50 hechos específicos que fueron corroborados. Pero el caso de Swarnlata también era diferente de la mayoría porque sus recuerdos no se desvanecieron. Además, este es un caso “dulce”, caracterizado por el amor y por recuerdos alegres en lugar de por muerte violenta y luchas entre castas y familias, como en tantos otros casos.
Swarnlata Mishra nació en el seno de una familia intelectual y próspera en Pradesh, India, en 1948. Cuando apenas tenía tres años y mientras viajaba con su padre al paso de un pueblo llamado Katni a más de 100 millas de su hogar, repentinamente señaló y pidió al conductor que doblara por una calle hacia “su casa”, y sugirió que allí podrían conseguir una mejor taza de té que en el camino.
Poco después, dio más detalles sobre su vida en Katni, que fueron documentados por su padre. Ella dijo que su nombre era Biya Pathak, y que había tenido dos hijos. Dio detalles de la casa: era blanca con puertas negras encajadas en marcos de hierro; cuatro cuartos tenían estucado mientras que otras partes de la casa tenían un menor acabado; el piso delantero estaba hecho de losas de piedra. Ella ubicó la casa en Zhurkutia, un distrito de Katni. Detrás de la casa había un colegio para niñas, enfrente pasaba una línea de tren y se podían ver hornos de cal desde la casa. Ella añadió que la familia tenía un automóvil (un artículo muy excepcional en India en los años 50, especialmente antes del nacimiento de Swarnalata). Swarnalata dijo que Biya murió de un “dolor en el cuello”, y fue tratada por el Dr. S.C. Bhabrat en Jabalpur. También recordaba un incidente durante una boda cuando ella y una amiga tuvieron dificultades para encontrar una letrina.
En la primavera de 1959, cuando Swarnlata tenía 10 años, las noticias de este caso llegaron al Profesor Sri H. N. Banerjee, un investigador indio de fenómenos paranormales y colega de Stevenson. Banerjee tomó las anotaciones del padre de Swarnalata y viajó a Katni para determinar si los recuerdos de Swarnalata podían verificarse.
Utilizando sólo las descripciones suministradas por Swarnalata, pudo encontrar la casa – a pesar de esta haber sido ampliada y mejorada desde 1939, cuando Biya murió. Pertenecía a los Pathak (un nombre común en India), una familia rica y prominente, con amplia diversidad de negocios. Los hornos de cal estaban en unas tierras adjuntas a la propiedad, el colegio de niñas estaba a 100 yardas detrás de la propiedad de los Pathak, pero no visible desde el frente de la casa.
Él entrevistó a la familia y pudo constatar todo lo que Swarnalata había dicho. Biya Pathak había muerto en 1939, dejando tras de sí a un marido de luto, dos hijos jóvenes y muchos hermanos menores. Estos Pathaks nunca habían oído hablar de la familia Mishra, que vivía a 100 millas de allí; los Mishras no tenían conocimiento de la existencia de la familia Pathak.
La siguiente escena de esta historia suena como una trama de Agatha Christie, pero es verdadera, extraída de las tabulaciones registradas por Stevenson en el caso publicado de Swarnalata. En el verano de 1959, el esposo de Biya, uno de sus hijos y su hermano mayor viajaron a la ciudad de Chhatarpur, donde Swarnalata vivía, para poner a prueba sus recuerdos. No revelaron sus identidades ni el propósito de su visita en el pueblo, y reclutaron a nueve personas locales para que los acompañara a la casa de los Mishar, a donde llegaron sin previo aviso.
Swarnalata reconoció de inmediato a su hermano, y lo llamó “Babu”, el apodo que utilizaba Biya. Stevenson sólo describe los hechos esenciales, pero puedo imaginar el nivel de las emociones en ese momento. Imaginen cómo debió sentirse Babu al ser reconocido por su fallecida hermana renacida.
Swarnalata, de 10 años, se paseó por el cuarto mirando a cada hombre, uno por uno. Identificó a algunos como hombres que conocía del pueblo, otros le eran totalmente desconocidos. Entonces llegó a Sri Chintamini Pandey, el esposo de Biya. Swarnalata bajo los ojos y se mostró tímida – como se comportan las mujeres Hindúes en presencia de sus maridos – y pronunció su nombre. Stevenson no dice nada acerca de la reacción de Sri Pandey al reencontrarse con su esposa después de veinte años. Swarnalata también identificó correctamente al hijo de su anterior vida, Murli, que tenía 13 años cuando Biya murió. Pero Murli intentó confundirla y “durante casi 24 horas insistió, contradiciendo las objeciones de Swarnalata, que él no era Musli sino otra persona”. Murli también trajo a un amigo con el propósito de engañar a Swarnalata y hacerla creer que se trataba de Naresh, el otro hijo de Biya, que tenía la misma edad de su amigo. Swarnalata insistió con la misma firmeza en que se trataba de un extraño. Finalmente, Swarnalata recordó a Sri Pandey que él había sustraído 1200 rupias que Beya guardaba en una caja. Sri Pandey admitió la veracidad de este hecho privado que sólo era conocido por él y su esposa.
Dulce Swarnlata
Un caso del Dr. Ian Stevenson
Este caso está extraído de los cuadros y comentarios de las páginas 67 a 91 del libro clásico del Dr. Ian Stevenson titulado “Veinte Casos que Sugieren la Reencarnación”. Esta es la versión original completa que escribimos para “Vidas Pasadas de los Niños”, que debido a problemas de espacio apareció en una versión reducida en el libro. Sin embargo, como pensamos que la abundancia de detalles es lo que hace este caso (y otros similares de Stevenson) tan convincente, ofrecemos aquí la versión completa.
La historia de Swarnlata es típica de los casos de Stevenson: los recuerdos de la joven niña comienzan cuando tenía 3 años, dio suficiente información como para que Stevenson pudiera localizar a los familiares de la persona fallecida que ella recordaba (es decir, el caso fue “cerrado”), y dio más de 50 hechos específicos que fueron corroborados. Pero el caso de Swarnlata también era diferente de la mayoría porque sus recuerdos no se desvanecieron. Además, este es un caso “dulce”, caracterizado por el amor y por recuerdos alegres en lugar de por muerte violenta y luchas entre castas y familias, como en tantos otros casos.
Swarnlata Mishra nació en el seno de una familia intelectual y próspera en Pradesh, India, en 1948. Cuando apenas tenía tres años y mientras viajaba con su padre al paso de un pueblo llamado Katni a más de 100 millas de su hogar, repentinamente señaló y pidió al conductor que doblara por una calle hacia “su casa”, y sugirió que allí podrían conseguir una mejor taza de té que en el camino.
Poco después, dio más detalles sobre su vida en Katni, que fueron documentados por su padre. Ella dijo que su nombre era Biya Pathak, y que había tenido dos hijos. Dio detalles de la casa: era blanca con puertas negras encajadas en marcos de hierro; cuatro cuartos tenían estucado mientras que otras partes de la casa tenían un menor acabado; el piso delantero estaba hecho de losas de piedra. Ella ubicó la casa en Zhurkutia, un distrito de Katni. Detrás de la casa había un colegio para niñas, enfrente pasaba una línea de tren y se podían ver hornos de cal desde la casa. Ella añadió que la familia tenía un automóvil (un artículo muy excepcional en India en los años 50, especialmente antes del nacimiento de Swarnalata). Swarnalata dijo que Biya murió de un “dolor en el cuello”, y fue tratada por el Dr. S.C. Bhabrat en Jabalpur. También recordaba un incidente durante una boda cuando ella y una amiga tuvieron dificultades para encontrar una letrina.
En la primavera de 1959, cuando Swarnlata tenía 10 años, las noticias de este caso llegaron al Profesor Sri H. N. Banerjee, un investigador indio de fenómenos paranormales y colega de Stevenson. Banerjee tomó las anotaciones del padre de Swarnalata y viajó a Katni para determinar si los recuerdos de Swarnalata podían verificarse.
Utilizando sólo las descripciones suministradas por Swarnalata, pudo encontrar la casa – a pesar de esta haber sido ampliada y mejorada desde 1939, cuando Biya murió. Pertenecía a los Pathak (un nombre común en India), una familia rica y prominente, con amplia diversidad de negocios. Los hornos de cal estaban en unas tierras adjuntas a la propiedad, el colegio de niñas estaba a 100 yardas detrás de la propiedad de los Pathak, pero no visible desde el frente de la casa.
Él entrevistó a la familia y pudo constatar todo lo que Swarnalata había dicho. Biya Pathak había muerto en 1939, dejando tras de sí a un marido de luto, dos hijos jóvenes y muchos hermanos menores. Estos Pathaks nunca habían oído hablar de la familia Mishra, que vivía a 100 millas de allí; los Mishras no tenían conocimiento de la existencia de la familia Pathak.
La siguiente escena de esta historia suena como una trama de Agatha Christie, pero es verdadera, extraída de las tabulaciones registradas por Stevenson en el caso publicado de Swarnalata. En el verano de 1959, el esposo de Biya, uno de sus hijos y su hermano mayor viajaron a la ciudad de Chhatarpur, donde Swarnalata vivía, para poner a prueba sus recuerdos. No revelaron sus identidades ni el propósito de su visita en el pueblo, y reclutaron a nueve personas locales para que los acompañara a la casa de los Mishar, a donde llegaron sin previo aviso.
Swarnalata reconoció de inmediato a su hermano, y lo llamó “Babu”, el apodo que utilizaba Biya. Stevenson sólo describe los hechos esenciales, pero puedo imaginar el nivel de las emociones en ese momento. Imaginen cómo debió sentirse Babu al ser reconocido por su fallecida hermana renacida.
Swarnalata, de 10 años, se paseó por el cuarto mirando a cada hombre, uno por uno. Identificó a algunos como hombres que conocía del pueblo, otros le eran totalmente desconocidos. Entonces llegó a Sri Chintamini Pandey, el esposo de Biya. Swarnalata bajo los ojos y se mostró tímida – como se comportan las mujeres Hindúes en presencia de sus maridos – y pronunció su nombre. Stevenson no dice nada acerca de la reacción de Sri Pandey al reencontrarse con su esposa después de veinte años. Swarnalata también identificó correctamente al hijo de su anterior vida, Murli, que tenía 13 años cuando Biya murió. Pero Murli intentó confundirla y “durante casi 24 horas insistió, contradiciendo las objeciones de Swarnalata, que él no era Musli sino otra persona”. Murli también trajo a un amigo con el propósito de engañar a Swarnalata y hacerla creer que se trataba de Naresh, el otro hijo de Biya, que tenía la misma edad de su amigo. Swarnalata insistió con la misma firmeza en que se trataba de un extraño. Finalmente, Swarnalata recordó a Sri Pandey que él había sustraído 1200 rupias que Beya guardaba en una caja. Sri Pandey admitió la veracidad de este hecho privado que sólo era conocido por él y su esposa.